Mala Rodríguez. La cantante española cuenta sin pelos en la lengua los porqués de su evolución, la sinceridad de su mensaje y la necesidad de expresar lo que siente sin importar el que dirán.
Entrevista: Silvia Demetilla
La Tundra – ¿Cómo evolucionó la Mala desde sus inicios hasta la actualidad?
Mala – Como un Pokemon.
Desde “La niña”, una canción cuyo video fue censurado en algunos países porque hablaba de la venta de drogas, hasta el personaje conceptual de “Dirty Bailarina”, hubo muchos cambios en tu carrera.
Son distintos momentos vividos, distintas necesidades que expresar.
¿Cuales fueron los que surgieron naturalmente y aquellos que planificaste de alguna u otra forma?
Todos han surgido naturalmente.
¿Todo esto tiene que ver con tu crecimiento personal e interior?
Supongo que el camino que andamos y las decisiones que tomamos es lo que nos lleva a donde estamos.
¿Quiénes fueron o siguen siendo tus ejemplos en lo musical?
Los que me ponen los pelos de punta, lo que me emociona de un modo irracional.
Tus videos tienen una imagen final sumamente interesante y se nota un camino evolutivo desde el principio de tu carrera, ¿cuál es tu presencia en el momento de idearlos y producirlos?
Me dejo llevar por mis sentimientos, quiero plasmar el estado en el que estoy, como vivo y como siento.
Siendo que los estilos donde te mueves tienen mayoritariamente voces masculinas. ¿Cuál es la imagen y el papel que reconoces a la mujer en dentro de tu música?
Alguien independiente, fuerte y sana.
¿Cuál es tu postura con respecto a la discriminación de género?
Pongo el foco en lo que se hace bien, el respeto se gana. A mí me da igual que seas hombre o mujer, el rap es rap, me importa tu ingenio, tu estilo…
Fuiste la primer cantante española que ingresó a los charts de los Estados Unidos en Latin hip hop, ¿cómo te sienta haber alcanzado un mercado tan amplio y haber trascendido las fronteras de tu país?
Me gusta viajar y encontrarme con gente en todo el mundo, es algo que realmente le da sentido a muchas cosas en mi vida.
Siempre te describes como una persona “de calle” ¿qué es lo que rescatas todavía hoy de tu lugar natal y cómo lo materializas en tus canciones?
Quizás haya querido decir con eso que vengo de una familia humilde y valoro todo lo que tengo.
¿Sientes una responsabilidad en la forma en que trasmites tu mensaje, tus letras a través de tus canciones, sabiendo que, gran parte de tu público pensará o reflexionará por un momento sobre una situación social que podría o debiera ser diferente?
Más allá de que trascienda o no, pongo mi alma en cada verso, si es bonito o no, es lo de menos. Lo que busco es que sea real, que exprese el verdadero sentimiento que llevo dentro, si eso conecta pues entonces ¡qué maravilla!
¿Qué lugar tiene el amor en tu música?
El amor me ha inspirado muchas veces, el miedo también, la ira. supongo que el amor saca lo mejor de ti.
Dijiste en una entrevista: “Mis canciones se pueden casar con el cine”. ¿Fue así en el caso de Lucía y el sexo de Javier Medem, Yo puta de María Lidón y Yo soy la Juani de Bigas Luna?
Me gusta el cine, adoro meterme en una historia y vivirla como espectadora. Que mis canciones formen parte de eso me encanta.
¿En qué cree la Mala?
En Dios.
¿Qué mundo esperas para tus hijos?
El que ellos hagan posible.
¿Adónde vuelves cuando “todo está oscuro” y necesitas recargar energías?
A mí.
(c) Entrevista realizada en 2013 en el marco de La Linea Festival para La Tundra Revista.