El Yarn bombing o graffiti de lana es una intervención urbana que si bien modifica el entorno no genera reacciones de enojo como su hermano el graffiti. La Tundra habló con su fundadora, Magda Sayeg quien nos explica sus motivos personales y el crecimiento de este movimiento internacional.
Entrevista: Paz Regidor
Magda Sayeg es una artista de Texas, Estados Unidos, y a quien se le atribuye la maternidad del yarn bombing o graffiti de lana.
«Comencé cubriendo con lana el picaporte de mi negocio en Texas. Al tiempo estaba envolviendo señales de tránsito, luminarias y todo tipo de equipamiento urbano que estuviera a mi alcance», cuenta la artista.
«La gente sacaba fotos y el buzz sobre mi obra se hizo viral rápidamente. Lo que yo quería, tal vez egoístamente, era hacer mi mundo mejor. Cuando vi la respuesta positiva de la gente me dispuse a salir de mi propio entorno para cambiar el ambiente urbano, y mis logros fueron aún mayores» .
Knitta Please es el nombre original del colectivo de tejedores con el que Magda Sayeg inició sus intervenciones urbanas en el año 2005, si bien su primer trabajo individual tiene fecha anterior. Se podría decir que el graffiti de lana es una especie de intervención pacífica porque no genera reacciones de enojo en el público en general.
«Técnicamente necesitamos de todos modos de un permiso de las autoridades para cualquier cambio urbano», comparte Magda. «Yo uso mis agujas en vez de un aerosol», relata la artista que vistió de tejidos al crochet desde un autobús en México, puentes y edificios históricos alrededor del mundo hasta puestos de ventas de tortas de sangre de cerdo.
El tiempo que lleva armar un graffiti de este tipo requiere muchas veces de trabajo que se realiza con anticipación y todo depende del mensaje a transmitir. En general las obras son aceptadas y la duración in situ también es temporaria.
Las obras de Sayeg, según su propia autora, son bien recibidas, duran mucho en el exterior y algunas de ellas permanecieron por más de un año.
¿Es el yarn bombing un arte vinculado a las mujeres exclusivamente?
«El tejido es un arte asociado primariamente a las mujeres y el graffiti a los hombres. Para mí sólo se trata de romper estereotipos con lo que se espera de ambos. Es algo bueno. En la actualidad el Yarn bombing es un movimiento mundial que se lleva a cabo cada vez en más ciudades. Es un arte colectivo e internacional», finaliza Magda.