El pensamiento libre de los artistas que forman parte de Between Object and Architecture, exhibición en la Tate Modern de Londres, da lugar a una posición crítica acerca del arte y su lugar en el mundo.
Objetos y esculturas se transforman en hechos arquitectónicos que no intentan imitar a la naturaleza sino incluir, en muchos casos, una experiencia sensorial única.
A través de formas y configuraciones geométricas impersonales, algunos de los artistas trabajaron con materiales tipicamente asociados con la construcción, como el ladrillo, bloques de hormigón armado o niveles. Otros encontraron materiales, precisamente en sitios de construcción o en las calles de la ciudad.
Los objetos se transforman en obras de arte a través de la mirada diferente del observador. El espectador se puede involucrar, ingresar y ser partícipe de estas obras de arte que rozan la arquitectura.
La ubicación de algunas obras en una de las salas de la Tate Modern está determinada por características arquitectónicas particulares. Algunos trabajos en sí mismos crean espacios en los que los espectadores pueden ingresar, como el caso de Pavilion Suspended in a Room 1 (2005) de Cristina Iglesias (Foto Principal). Al permitir que las personas estén más en sintonía con el espacio en el que ven los objetos, dichas obras invitan a una experiencia intensa y más dinámica.
Obras de Cristina Iglesias, Tony Cragg, Yayoi Kusama, Donald Judd y Saloua Raouda Choucair, entre otros, conforman un universo diverso donde la utilización de variados materiales habla en conjunto.