Fascinados por el microcine y el teatro, Matteo Frau y Mina Trapp se conocieron en 2016 participando de un taller. Años más tarde, y luego de haber continuado con su formación individual en distintas ramas escénicas, fundaron la compañía Frau Trapp. Five Lines es el resultado de la pasión por contar y proyectar historias.

Una visita al Barbican Centre de Londres siempre vale la pena. Perderse en sus laberínticos espacios se convierte en la antesala perfecta para ver Five Lines de la compañía suiza Frau Trapp, como parte de MimeLondon.

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Reseña por Silvia Demetilla

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Tres mesas con maquetas. Matteo Frau, el único en escena antes del comienzo del espectáculo, pasea vestido con una camisa colorida de una punta a la otra. La pregunta flota en el aire. ¿Qué pasará? ¿Qué veremos? Mientras tanto, el bullicio del público todavía acomodándose en la sala The Pit crea un ambiente expectante. En el fondo, una pantalla blanca anticipa que es allí donde se proyectará el milagro.

Five Lines (Frau Trapp) – MimeLondon

Apagón de luces. Silencio. En escasos instantes la audiencia se sumerge en una película, con la única diferencia de que lo que está viendo es lo que Sebi Escarpenter filma con su cámara. Como artífices, los otros miembros del equipo, crean las escenas, mueven a los personajes, los autitos de juguete, el paisaje en su totalidad. Desde una esquina, Frau maneja la laptop y toca su trompeta. El encanto del jazz es un recurso válido para retrotraernos a la memoria de filmes de vanguardia mientras que las imágenes hipnóticas de la pantalla nos participan de una historia de amor, de una vida en común, de un futuro posible. Por momentos, los sentidos se confunden, no queremos perdernos nada, la manipulación de las miniaturas, la proyección, la música en directo engranando el tantaratán de la trompeta con música electrónica. Desconocemos que nos separan aún unos minutos del terremoto pero intuimos que el equilibro se puede perder en cualquier momento.

Entre tanto, la cámara se mueve de lo micro a lo macro, de los pequeños figurines que desarrollan la acción a la cara del trompetista en el fondo. Mina Trapp y Dalo Lozano manejan minuciosamente los hilos de esta historia, a veces sus dedos llegan a aparecer en la proyección, pero no nos molesta. Entendemos el mensaje, elegimos creer y nos dejamos maravillar por el esfuerzo de deslizarse minuto a minuto detrás de cada escenario, de los personajes de papel, los edificios, y de todo aquello que forma parte de este mundo analógico que se partió luego de aquello que cambió la linealidad del argumento. Un terremoto, aunque bien podría haber sido un tsunami, un meteorito, una pandemia…

En una hora de nuestras vidas, somos testigos de un plan que se llama TOPO Project, y comprendemos cuáles son las cinco líneas (Five lines) que dan título a la obra.

¿Qué sería de nosotros si nos prohibieran expresarnos? O ¿si nos obligaran a usar un uniforme para movernos por la vida? ¿Si nos forzaran a vivir en un mundo subterráneo donde dispondríamos de todo lo necesario, —comida, seguridad y bienestar— en una especie de gran centro comercial en el que se pudieran comprar, incluso, las emociones? ¿Qué intereses estaríamos defendiendo si no tuviéramos otra alternativa que ser parte de un ejército que pregona con su voz artificial que ‘ellos’ son lo mejor para el futuro de la humanidad?

Five Lines es la respuesta a todo eso, una crítica social en un mundo distópico y apocalíptico de propagandas con sus distintos disfraces, pero, a su vez, es también una brisa de aire fresco que nos reconecta con la creatividad, con la producción manual, con lo analógico, con los efectos sonoros artesanales y con todo aquello que se encuentra en peligro de extinción.

Es inevitable encontrar algunos paralelismos o reminiscencias de algunos clásicos partiendo de Viaje a la luna de Georges Méliès (1902), Logan’s Run (Fuga en el siglo XXIII – 1976) —ciencia ficción previa a la era Star Wars—, a una animación más reciente como Wall-E (2008) o la novela La máquina del tiempo de H. G. Wells (1895).

Los aplausos finales son el gran reconocimiento de esta obra que es, a la vez, destacable y recomendable. Luego de salir cuatro veces al escenario, agradecen y Mina Trapp invita a la audiencia a acercarse a las maquetas, «para verlas de cerca». En ese acercamiento al corazón de la obra, conversamos brevemente con Matteo Frau quien nos explica que la obra nació a partir de los personajes de Final de partida (Fin de partie / Endgame) de Samuel Beckett donde los padres de Hamm, el protagonista, viven en cubos de basura: «Reconstruimos la historia de esos personajes. Luego llegó la pandemia y nos encontramos absolutamente sin trabajo y sin perspectiva alguna, con unos ministros que decían que la cultura era algo de lo que se podía prescindir tranquilamente. Fue desesperante. Yo seguí practicando la trompeta, durante horas, preguntándome, ¿dónde está el valor de una obsesión y dónde está el valor de vivir, de alguna forma?» A partir de allí, Frau Trapp continuó escribiendo la historia, que era mucho más compleja y grande, y «que hemos tenido que recortar, recortar, recortar», repite. «Es la primera vez que hacemos un teatro de micro-cine con nuestra compañía, Frau Trapp. Este era mi gran sueño».

Silvia Demetilla

Five Lines (Frau Trapp) – MimeLondon
Barbican Centre (Enero 2025)

Elenco
Interpretación y manipulación: Sebi Escarpenter, Matteo Frau, Dalo Lozano, Mina Trapp
Doblaje: Mila von Chobiak

Equipo creativo
Escritores: Natalia Barraza, Matteo Frau, Mina Trapp
Directora: Natalia Barraza
Música original: Matteo Frau
Video, Filmación y Edición: Sebi Escarpenter, Ariel F Verba
Miniaturas y vestuario: Mina Trapp
Diseño de iluminación: Ivan Tomasevic
Diseño de iluminación de miniaturas: Sebi Escarpenter
Productor y Promoción: Frau Trapp