Las pequeñas organizaciones no gubernamentales son eslabones fundamentales para el desarrollo humano y la cooperación. Ecourbe es una asociación integrada por un grupo de biólogos de Sevilla cuyo objetivo es mejorar la salud ambiental de las ciudades, no sólo para las personas sino para todos los seres vivos que las habitan.

Conversamos con Elena Moreno Portillo, su directora y fundadora, quien nos cuenta acerca de los desafíos que enfrenta a diario en la defensa de los derechos de las aves urbanas y la campaña para detener el tiro al pichón.

Entrevista: Silvia Demetilla
Ilustración: Macarena Garví
Edición impresa

Elena Moreno Portillo recuerda todavía con emoción cuando de pequeña rescataba gorriones en la calle, motivo que le hizo crear un fuerte vínculo con estas aves urbanas: “Nuestras acciones como ciudadanos tienen grandes repercusiones en los ecosistemas de todo el planeta. Casi el 80% de la población mundial vive en las ciudades, siguiendo un modelo de desarrollo que supone un gran impacto, no sólo sobre la misma zona sino sobre territorios más lejanos de los que nos abastecemos”.


Ecourbe, la organización que dirige, toma a las aves urbanas como herramienta de concienciación porque “es necesaria la educación para crear un modelo más sostenible ya que las únicas ventanas a la naturaleza para el niño que nace en la ciudad pueden ser los pájaros”, indica.

La inmersión del ser humano en el mundo cibernético va en alza, pero también crece, en contrapartida, su necesidad de reconectarse con los espacios verdes y la naturaleza en general.

El ser humano necesita volver a sus raíces. Esto explica por qué nos sentimos mejor cuando estamos rodeados de parques y jardines que ante la visión de una avenida de rascacielos” afirma Elena Moreno Portillo.

Tristemente uno de los mayores compromisos y desafíos de Ecourbe se centra en crear los mecanismos necesarios para detener una práctica conocida en España como tiro al pichón o cacería de pájaros urbanos. “En algunos países de Europa se permite este mal llamado deporte que consiste en lanzar palomas o codornices vivas al aire y dispararles”, comenta Elena Moreno Portillo.

Las aves se lanzan a través de una máquina que funciona con aire comprimido o con una persona que las tira al aire con fuerza: “El espectáculo es grotesco, pues el escopetero no siempre mata al animal a la primera y el suelo queda lleno de palomas agonizantes. En tan sólo un fin de semana de campeonato se matan miles de aves por divertimento, cuando la solución es sencilla: utilizar platos a los que disparar en vez de aves”, se lamenta indignada. A través de campañas en los medios y manifestaciones en los campos de tiro se ha logrado algún avance pero todavía falta mucho para frenar este tipo de maltrato animal. En una campaña de Ecourbe en Change.org se indicaba que tan sólo en la ciudad de Madrid hay tres campos de tiro: el de Villarejo de Salvanés, el de Aranjuez y el de Somontes en pleno corazón de la ciudad, este último con su propia granja de cría de palomas y codornices.

Por otra parte, Ecourbe promueve actividades como el avistaje de pájaros, una práctica muy frecuente en el mundo entero. En la web de la organización se observan varias fichas de pájaros que facilitan su reconocimiento: “El birdwatching es una práctica muy extendida en nuestro país, ya que posee una avifauna única y el mayor humedal de Europa: Doñana. Este parque es Patrimonio de la Humanidad y su especial ubicación en el extremo sur del continente europeo, lindando casi con África, lo convierten en un oasis de vida donde se puede observar una inmensa variedad de avifauna, sobre todo durante las migraciones”. Observadores de aves de todo el mundo viajan anualmente para contemplar especies únicas, hecho que ha favorecido el crecimiento de las empresas de turismo ornitológico, “un ejemplo de cómo economía y conservación pueden convivir tranquilamente”.

Si la tecnología genera la inquietud de salir a ‘cazar’ seres irreales con los celulares, como los Pokémon, qué mejor que ofrecerle a los interesados en contrapartida una aplicación para encontrar aves reales y superar las barreras de la imaginación. Para eso nada mejor que BirdsCheck, una aplicación creada por un biólogo español que la organización no duda en recomendar.

Ecourbe se convierte en la voz de los pájaros, esas criaturas que nos alegran con su canto, nos seducen con su colorido plumaje, —o que nos despiertan antes que salga el sol—, seres maravillosos de los que se puede aprender muchísimo si se los observa con detenimiento. “Muchas personas tienen una fuerte empatía con animales como perros y gatos, y sin embargo sienten miedo o repulsa hacia las aves. Pero estos son seres muy inteligentes dotados de un fuerte instinto y que, por supuesto, también sienten”. Ya sea exponiendo las malas prácticas como la destrucción de nidos y la matanza de palomas en nombre del control de plagas, o difundiendo Fragments of Extinction, un proyecto de grabación de sonidos de los bosques tropicales, Ecourbe tiene una misión indispensable dentro de la jungla urbana y es un modelo a imitar.

ecourbe.org

Macarena Garví | Artista procedente de un pequeño pueblo de La Mancha (España) donde el cielo brilla con un precioso e intenso color azul. Le apasiona ilustrar motivos de flora y fauna. @macarenagarvi

Silvia Demetilla | Editora de La Tundra Revista. Viajera, música, inventora de sueños a medida.