Laila Ripoll escribe esta obra tan intensa como necesaria.

Un día después del Día Internacional de la Mujer Trabajadora estrenó en el Teatro Cervantes de Londres, y como parte del ciclo ‘Madrid is a female name’, Descarriadas, el monólogo de Laila Ripoll dirigido por Paloma Rodera e interpretado por una deslumbrante Luna Paredes.

Escribe: Concep Díaz Pérez

La historia empieza en casa, Paloma (Luna Paredes), una adolescente de quince años que llega tarde a casa. A su padre no le gusta que ande ‘pendoneando’ por ahí, y se lo hace saber con palabras hirientes y golpes, muchos golpes… Paloma escapa. El padre la denuncia a la policía —aunque cualquiera que identificara la conducta ‘indecente’ de una menor tenía el derecho de hacerla— por abandono del hogar y, tras dar con ella, la llevan esposada al COC (Centro de Observación y Clasificación), donde determinarán si es completa o incompleta, si es virgen o no.

Este es el comienzo de la obra donde Paloma cuenta su historia utilizando como hilo conductor la música de Janis Joplin, Triana o Patti Smith, como si de una cinta de caras A y B se tratara. La música le sirve de evasión a la protagonista, ubicándose en el espacio temporal de los años ochenta y brindándole un respiro al espectador en esta obra tan intensa como necesaria.

Paredes llena el escenario, canta, y se ayuda de plásticos para transformarse en distintos personajes, decorados o transmitir diversas emociones.

Itzíar, Yolanda, Inmaculada, y una larga lista de mujeres sin apellido y ‘descarriadas’, se sirven de Paloma, dándole voz a sus historias de valentía y contando una historia jamás contada, anclada en un silencio conveniente para acallar una parte del pasado vergonzoso y no tan lejano de España.

El Patronato de Protección a la Mujer fue una institución perteneciente al Ministerio de Justicia creada por el régimen franquista en España en el año 1941 para ‘reconducir’ a las mujeres jóvenes descarriadas/caídas o con riesgo a caer, y amparada por la Iglesia Católica. Esta institución continuó activa tiempo después del fin de la dictadura, concretamente hasta principios de los ochenta (1984-85). Laila Ripoll ubica la obra precisamente en los años finales de la institución, destacando así que la dictadura ya había pasado cuando estas prácticas seguían permitiéndose en España.

‘Madrid is a female name’
Descarriadas se presentó en marzo de 2019
Cervantes Theatre de Londres

*Concep Díaz Pérez (Catalunya/España) Crítica de cine. Conduce el programa 4 Reviews y 1 Funeral en el Reino Unido pero con referencias al cine de España. Escribe para La Tundra edición impresa.