Por Mariella Sola
Desde la inauguración de la controvertida XIV Bienal de La Habana, en concordancia con los tiempos que corren y más allá de su eje curatorial Contemporaneidad y Futuro, nunca antes una Bienal de La Habana había estado tan politizada. Si bien, históricamente la Bienal de La Habana ha servido como plataforma para obras críticas e incómodas para el poder, fundada en 1984 en un espíritu de ser portadora de la voz creativa y reflexiva de artistas de países periféricos y de discursos disruptivos, hoy se sostuvo enfrentada a una fisura enmarcada en un complejo contexto socio-politico.
Serie de videos Maipun I Invierno, Video Animación Lolenko, Testimonios de Anthony Prior vocero de la Red No Alto Maipo.
La que fue la primera muestra de arte contemporáneo que logró establecerse fuera del eje Europa/Estados Unidos, y en contracorriente a un cierto espectro hegemónico, de quienes definían, en ese entonces, las tendencias establecidas en el arte, en un movimiento paradoxal en la actualidad se debió enfrentar a un boicot donde se sumaron muchos países y artistas, incluidas figuras como la artista serbia Marina Abramovic. Frente a esta iniciativa también se articuló desde el periódico La Jornada en México un respaldo, que según La Habana contó con el apoyo de más de 800 artistas y personas del mundo del arte. Más allá de esta justa polémica, y sin encontrar una fácil síntesis, en el marco de un mundo cada vez más polarizado, y con una grave crisis global que parece arrastrar a la humanidad en un mal vértigo de un cambio climático y ecológico sin precedentes, tal vez sean válidos espacios en las fisuras donde poder reflexionar sobre el presente y el futuro de nuestro planeta y humanidad.
“Habemus Bienal. Comienza el fin del boicot” y con esas palabras los organizadores inauguraron una XIV Bienal en el mes de noviembre de 2021. Con una nueva estructura, que se extiende en el tiempo y espacio, se despliega en diferentes instancias y en torno a un eje curatorial que pretende reflexionar y dar posibles respuestas desde la plataforma del arte a este complejo contexto mundial.
Maipun I-Invierno
Es al final de este recorrido que se inauguró en el mes de abril de 2022 uno de los últimos eventos de la Bienal, una suerte de sede en la ciudad de Matanzas, con el Proyecto Ríos Intermitentes. Fue durante la XIII Bienal de La Habana que por vez primera se constituyó Matanzas como sub-sede de ésta a través de Ríos Intermitentes, proyecto que trascendió como una de las 15 mejores exposiciones del 2019 a nivel mundial según la revista estadounidense Hyperallergic, especializada en arte contemporáneo.
María Magdalena Campos-Pons, fundadora de este proyecto, invitó en este particular contexto a los artistas de Matanzas a reflexionar e imaginar lo que se podía hacer. La profesora de la Cátedra de Bellas Artes de la Universidad de Vanderbilt en Estados Unidos, comentó al respecto que « es un momento difícil para invitar a otros artistas a Cuba, no sólo por la pandemia, sino por la tensión de la visión fuera de la Isla de la Bienal de La Habana, que es compleja. Espero que todos mantengan el espíritu de optimismo y esperanza de que podemos hacer cosas futuras juntos, y de que hay opciones para mejorar la condición de arte y de vida en nuestra ciudad y país »
Es desde este compromiso que esta edición de Ríos Intermitentes tendrá como línea conceptual la reciprocidad del arte y la opción por proyectos en interacción con la comunidad. Se privilegiaran acciones de mayor impacto social que dialoguen con el entorno y que ayuden a rescatar la historia y memoria de Matanzas, resaltaron en conferencia de prensa Amor Díaz Campos, coordinadora general y Helda Montalván, curadora, siendo la temática ecológica, también uno de los ejes principales de este evento.
Existe el propósito, además, de sostener en el tiempo este proceso creativo que se desencadena con la Bienal, y es por esta razón que a partir del mes de Mayo se van a continuar las acciones artísticas, las cuales se prolongarán hasta el 2024, integrándose a la XV Bienal De La Habana, motivo para convocar a artistas locales y extranjeros. Es en este contexto que la artista chilena, Mariella Sola, es invitada a exponer su proyecto audiovisual Maipun, primero a ser parte de la Exhibición Central desde el 1 de Abril al 1 de Mayo. Para Luego, y en sintonía con la trayectoria de la artista con sus intervenciones en el marco del arte público, llevar a cabo a mediados de Mayo una proyección de su proyecto audiovisual en la emblemática Plaza de la Vigía, en el centro histórico y cultural de Matanzas.
Maipun es proyecto audiovisual de carácter híbrido, que integra una serie de micro-videos de diferentes formatos y lenguajes, teniendo como idea final una instalación de enfoque polifónico, que la artista viene desarrollando desde hace años casi en paralelo a lo queha sido la instalación del Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo en la región del Maipo.
Cañón andino de gran belleza y potencia el Cajón del Maipo es una región actualmente en crisis por el mal manejo del valle en términos de ética ecológica, y que sumado al actual contexto de cambio climático, ponen en riesgo las reservas de aguas para el futuro y el equilibrio de su ecosistema en su globalidad.
Este proyecto, en torno a esta problemática tan vasta, ha tenido como punto de partida la decisión de filmar una serie de retratos de la alta cuenca del Valle, sus altas montañas, sus ríos Maipo y Volcán cercanos a la zona donde se construye una parte del proyecto hidroeléctrico. Como una suerte de testimonio crítico en proceso, Maipun es también un homenaje a la fuerza y a la belleza de la zona que está íntimamente ligada a la vital importancia que tiene para los habitantes de toda la región y para Santiago.
En una primera etapa se realizaron los video-retratos en otoño e invierno, con una narración visual más bien poética y mínima, una invitación a entrar en contacto con la fuerza del agua y del valle, un estado casi meditativo al que la artista quiere inducirnos como en un contrapunto al vértigo de imágenes e información al cual estamos habitualmente sometidos. La inclusión en estos video de los diferentes nombres del agua en Mapudungun y de textos de la artista pasan al contrario a una velocidad casi subliminal, hipnótica.
Esta primera etapa Maipun I ya fue presentado en el espacio público en el marco de la BIENAL DEL SUR en 2019. La integración de los nombres del agua, se inspira en el hecho de que en Mapundungun no existe un único modo de nominar el agua, evidencia tal vez de su importancia vital, de su complejidad y de los múltiples aspectos en los cuales al agua nos anima y sustenta. Origen de la vida, nutriente esencial de nuestros cuerpos, fertilidad de la tierra, poesía. El agua es intrínseca a nuestras vidas.
Luego se integraron Ko un video-retrato de los rápidos del Maipo que nos lleva a la potencia envolvente de este espléndido río, y Lolenko, dibujos en tinta en formato de video-animación, donde el sonido del agua evoca y da vida a un universo visual un tanto telúrico y cósmico que emerge con un cierto misterio desde el negro. Elementos simbólicos, elementos reparadores, ojos que se tornan estrellas, semillas, alusiones alquímicas. Una energía regeneradora de las fuerzas desconocidas de lo natural, siguiendo una lógica más cercana al ritual.
Finalmente forma parte del proyecto Maipun IV un video-retrato del vocero de la organización ciudadana No Alto Maipo, Anthony Prior, y portador del proyecto Geoparque en la región. Una de las personas claves en torno a la lucha por la preservación ecológica de la zona y de sus reservas de agua. Retrato testimonial de carácter ecológico y político, donde se integrarán imágenes sin pretender necesariamente una lógica ilustrativa. Tema de suma relevancia en el actual contexto de transición en Chile y de crisis climática global.
Un trabajo que apuesta a unir arte y ética ambiental, como nuevos paradigmas de expansión en el arte, un despliegue de nuevos modos de pensar que apoyen la sustentabilidad de la vida en el planeta y nuevas alianzas desde la plataforma artística con otros discursos para ayudar a un necesario futuro en equilibrio.
Mariella Sola
