Intriga, aventuras y humor van de la mano en Un secreto a voces (Santiago Díaz-Bravo, editorial Pie de Página), uno de esos sublimes cócteles literarios que el lector desearía que no acabasen nunca.


Autobiografía, ucronía y humor, con el sentido trágico de la vida como telón de fondo, conformaron la receta de la aclamada bilogía El hombre que fue Viernes / Las intrusas (Pie de Página, 2020 y 2021), uno de los experimentos literarios más singulares de los últimos años. Un secreto a voces, cuarta novela de Santiago Díaz-Bravo (La Orotava, 1968), abraza idénticos derroteros con dos salvedades: por un lado, la fatalidad deja vía libre al batir de mandíbulas; por otro, la fórmula narrativa se adentra en vericuetos inexplorados.

Por Marcelo Lema


Un secreto a voces se centra en su propio proceso de creación: una trepidante aventura en la que el autor se erige en narrador y protagonista junto a su esposa, el equipo de la editorial Pie de Página y notables personajes de la farándula y la política internacional. Baste citar el sustancial rol del incombustible cantante venezolano José Luis Rodríguez el Puma y su archiconocido tema Pavo real; los cameos de cinco presidentes estadounidenses, empezando por Carter y terminando en Biden; del villano de moda: el mandamás ruso Vladimir Putin; de los suecos de ABBA; del actor Sylvester Stallone, de Franco Battiato, Shakira, Julio Iglesias, Massiel… Todo ello en el marco de la Guerra Fría (la narración se retrotrae a los estertores de la Segunda Guerra Mundial) y las invasiones rusas de Ucrania de 2014 y 2022. Como guinda, las andanzas de los pérfidos espías de la CIA y el KGB asumiendo el rol de malos de la película. ¡Perdón! de la novela. A primera vista parece una trama atractiva, ¿verdad? Pues ciertamente lo es. Atractiva, cautivadora y desternillante hasta decir basta.


Siguiendo su costumbre, Santiago Díaz-Bravo emplea la historia a su antojo, aunque en este caso evita alterarla. Se limita a vincularla con la suya propia: la de un periodista retirado a quien una casualidad entre un millón, que el pintor que renueva su casa de Londres se identifique como un antiguo sicario de Pablo Escobar, le abre la puerta a la mayor exclusiva de todos los tiempos. La anécdota del pintor, cierta según recalca Díaz-Bravo, hace las veces de antesala de una de las narraciones más fascinantes, sugerentes y divertidas que hayan aterrizado en las librerías en los últimos años.

La viveza de un argumento que se desarrolla a un tiempo en Londres, Miami y Madrid se adereza con un registro idiomático que incluye los dejes venezolano y cubano de algunos de los protagonistas, los rebuscados modos de las denuncias ante la policía española, los detallistas informes de Scotland Yard, las escuetas órdenes de INTERPOL y la solemne cadencia de las noticias publicadas por El Nuevo Herald, The Guardian o The New York Times. Todo un despliegue de recursos lingüísticos y de estilo que deparan una historia capaz de fijar la sonrisa, por momentos provocar sonoras carcajadas y, lo mejor al tiempo que lo peor, restarle a uno horas de sueño.

En resumen, una de esas novelas que el lector desearía que no acabasen nunca.


Te puede interesar

Taller de escritura autobiográfica con Cecilia Szperling

Queremos conocerte. Si te interesa colaborar con artículos e ilustraciones en La Tundra nos puedes contactar 

Visita nuestra tienda online de LIBROS y REVISTAS en español