José Naranja (Madrid, España) prefirió hacer a un lado su trabajo como ingeniero aeronáutico para vivir sus grandes pasiones: dibujar y viajar.

Entrevista: Silvia Demetilla

Valiéndose de la fotografía, la escritura, el dibujo, la encuadernación y una enorme creatividad José Naranja produce, desde el 2005, cuadernos donde cuenta sus experiencias de vida, reflexiones y viajes.

El manuscrito naranja es una invitación a sumergirse en un mundo gráfico sin precedentes, recorriendo lugares del mundo e historias mediante la belleza de la caligrafía y la magia del dibujo.

Tu obra abarca la ilustración y la encuadernación…

Realmente no me considero solo ilustrador en cuanto que utilizo los dibujos y acuarelas como herramienta para expresar algo más grande: ideas, reflexiones, experiencias, etc. Como no encontré el cuaderno perfecto en las tiendas, la encuadernación es también un arma útil para fabricar mis propios cuadernos con el papel, número de páginas y tamaño adecuados.

¿Qué te inspira y cuándo das rienda suelta a tu imaginación?

Los viajes son el escenario ideal donde encuentro inspiración. Brota por todos lados y se acumula de tal manera que, a veces, es imposible de procesar y plasmar en el papel. Siempre me gustó la expresión “en la vida no pasan nada más que cosas” y me cuesta creer que alguien sufra de falta de inspiración. Solo hay que mirar alrededor con atención y sensibilidad.

¿Cómo es el proceso creativo?

Todo debe fluir. Intentar definir procedimientos puede ser útil para optimizar determinadas tareas, pero no debe ser el ingrediente principal. Unas veces las cosas están muy claras desde el principio, pero otras se parte de una idea que luego trae otra más, y otras tres más, y van encajando como un puzzle. Es necesario tener la voluntad de empezar y además comenzar a andar. Tampoco hay que enredarse demasiado en esto o aquello porque hay gran riesgo de no producir nada al final. Ante todo, que el contenido sea real y sincero, si no, ¿para qué?

¿Los cuadernos se relacionan con algún viaje en particular?

Ya no elaboro un cuaderno por separado para los viajes, como hacía antiguamente. Fue un error.
La vida es un continuo y así deben ser las páginas de los cuadernos. Las hojas se van llenando de contenido de todo tipo, de manera que a la vuelta de cada página siempre hay sorpresas.

¿Cuánto tiempo dedicas a cada cuaderno? ¿Se venden los originales?

Suelo terminar un libro por año, aunque el último es mucho más grueso que los anteriores y necesitará más tiempo. Los cuadernos tienen demasiadas horas de mi tiempo y no sería capaz de deshacerme de ellos.

¿Crees en el valor no sólo artístico sino terapéutico de este tipo de obras?

Curiosa pregunta. Reconozco que nunca fue mi intención, pero a la vista de los comentarios recibidos puedo asegurar que muchas personas encuentran no solo inspiración sino también cierta tranquilidad y paz al hojear las páginas de El manuscrito Naranja y eso me produce mucha alegría.

Entrevista publicada en La Tundra Revista Edición Otoño 2018 >> Conseguir la revista impresa 

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