Desde pequeña entiendo el dibujo como una forma de evasión y, a su vez, un medio donde demostrar quién soy.
Mi obra nace de la fotografía y el texto, y en ella trato de reflejar la fuerza y la sensibilidad, el azar y el trabajo cuidado, la mancha y la linea, un caos ordenado y el orden más caótico. Es por esto que trabajo con la acuarela, la tinta y el grafito como técnicas principales.
Mis ilustraciones, realizadas de forma “analógica”, giran alrededor de la búsqueda del origen, con la naturaleza, la mujer y el cosmos como protagonistas, temas que no hacen más que reforzar la idea de creación y de dualidad sensibilidad-fuerza; además tengo una fijación especial por la figura del corazón anatómico.
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Auto aislación
Las primeras semanas me sentí desconcertada y me invadió una gran incertidumbre y miedo, pero pronto hice por cambiar la forma de ver el problema y de enfrentarme a él. Vivo con mi familia y eso nos está ayudando a sobrellevarlo mejor, aunque estoy deseando ver y abrazar a quienes están lejos, sin teléfonos ni pantallas de por medio.
Ya trabajaba desde casa, así que he intentado no modificar ese aspecto de mi día a día y seguir una rutina, hacer un poco de ejercicio, leer y escuchar música para inspirarme y calmarme, y por supuesto seguir ilustrando.
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Mi actividad artistica durante la pandemia
Desde hace tiempo vengo experimentando una crisis emocional y bloqueo creativo por no saber enfocarme y ser demasiado autoexigente. Mis pocos ingresos llegan gracias a pequeños encargos de particulares y de la venta de auto edición en eventos, mercadillos y exposiciones de ilustración, y todo se ha cancelado.
Mi ansiedad se disparó y creció el miedo a un posible futuro donde el arte fuese inviable puesto que la sociedad tendría otras prioridades.
El apoyo de los míos, el libro Cómo ser un buen ilustrador de Derek Brazell y Jo Davies, y los podcasts El club del dibujo e Ilustra_Pro me han hecho entender mi trabajo como un bien necesario; la creatividad es fundamental para dar respuesta a cualquier conflicto y ahora está siendo básica para informar, entretener, concienciar y dar un mensaje de unión y esperanza.
Estoy aprovechando para reencontrarme, crear nuevos proyectos y aprender a disfrutar del camino valorándome.
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Fortalezas y debilidades personales y colectivas
En mi opinión la mayor debilidad es el miedo y la ignorancia, dos factores que nos empujan a actuar de forma desmesurada y en la mayoría de ocasiones, de forma egoísta.
Por norma general, llevamos un ritmo de vida demasiado acelerado, donde a pesar de estar conectados no hay verdadera comunicación, nos sentimos con poder para juzgar al diferente, la salud emocional ocupa un segundo plano y hemos perdido el sentido de unión y respeto por la naturaleza.
Por otro lado, aunque en ocasiones la memoria nos falle, tenemos una gran capacidad de aprendizaje y en los momentos más duros, cuando conseguimos convertir la histeria colectiva en apoyo, comprensión y empatía, crecemos como sociedad.
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Consejos y herrramientas para artistas
Como he comentado antes, a nivel personal y profesional me está ayudando mucho el estudio del libro Cómo ser un buen ilustrador de Derek Brazell y Jo Davies, una guía práctica que ayuda a establecerse como ilustrador profesional, y los podcasts El club del dibujo, donde Andrés Sanchis y sus invitados nos hablan sobre temas, dudas y problemas que pueden surgir a aquellos que viven o quieren vivir del dibujo y la ilustración. También Ilustra_pro, el podcast de Ilustrando Dudas, creado por Io Bru, donde nos aporta información y asesoramiento sobre la profesión de la ilustración enfocándolo al duro momento que nos está tocando vivir.
Recursos profesionales aparte, os recomiendo revisar libretas y papeles viejos con ideas descartadas o que en su momento no pudisteis realizar, dedicar tiempo a conoceros, sentir y poner nombre a cada emoción, buscar inspiración en otras disciplinas distintas a la vuestra y observar todo con curiosidad.
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El mundo que nos espera…
Si algo nos está demostrando esta terrible situación es que no entiende de clases ni fronteras y que para vencer tenemos que estar unidos.
Nos está enseñando que debemos frenar el ritmo de vida.
La naturaleza ha seguido su curso y se está regenerando, no la infravaloremos y sigamos mejorando su estado cuando volvamos a salir a la calle.
Valoraremos más las relaciones interpersonales, la comunicación, afecto y empatía y dejémonos de prejuicios y máscaras.
Demos el valor y recursos que se merecen a todos los sectores, especialmente a la sanidad y educación.
Utilicemos productos de proximidad, de comercio justo y ayudemos a los emprendedores y pequeños comercios. Y por supuesto, reconozcamos la labor.
Estíbaliz Palau Barreiro @estibalizpalaubarreiro
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