Tarde para morir joven (Too Late to Die Young), la tercera película de la directora chilena Dominga Sotomayor estrenó en BFI London Film Festival.

Escribe: Concep Díaz Pérez

La película, que es una coproducción chilena, brasileña, argentina, holandesa y de Qatar, se estrenó en agosto de 2018 en el Locarno Festival (Suiza) donde Dominga Sotomayor fue la primera mujer en ser galardonada con el “Leopardo de Oro” a la Mejor Dirección.

Tarde para morir joven compitió como Mejor Película en la 62ava edición del London Film Festival.

Chile, Navidades de 1990. La comunidad está preparando las celebraciones —posiblemente inspirada en la comunidad ecológica de Peñalolén en la que vivió la directora durante veinte años— del año que empieza. El país está ajustándose al final de la dictadura de Pinochet, y los niños-adolescentes de la comunidad están viviendo no sólo los cambios históricos del país sino, además, los propios de la adolescencia.

Sofía (Demián Hernández) vive con su padre y su hermano en la comunidad mientras que su madre, a la que no ven muy a menudo,  es una cantante famosa que reside en la ciudad. Sofía está enamorada de Ignacio (Matías Oviedo), algo que pone muy celoso a su amigo Lucas (Antar Machado)y la pequeña Clara (Magdalena Tótoro) no para de buscar a su perrita perdida.

Las familias de la comunidad afrontan los retos del día a día juntas, conectadas con la naturaleza, en un entorno en el que no hay espacio para grandes comodidades.

La música es muy importante en toda la película y encontramos varios estilos, pasando del tradicional cantautor de protesta al moderno en inglés que estaba abriéndose paso —como una pieza de Sinéad O’Connor que interpretará Sofía hacia el final—, ilustrando muy bien la variedad a la que se estaba abriendo la sociedad de entonces. Un Chile en cambio, en el que el agua se utiliza como una manera de reconectar con la naturaleza y el fuego como un elemento purificador, formando todo ello parte de una especie de ciclo vital en el que también figura el ser humano.

Las repercusiones emocionales del cambio y la transición que vivió Chile se ven plasmadas en esta cinta rodada con extraordinaria sutileza a través de las vivencias de los niños adolescentes que la protagonizan.

Ninguno de ellos tiene experiencia interpretativa previa, pero sí vivieron/viven en comunidades similares, y fueron escogidos así ex profeso Demian, Antar, Magdalena, Matias y Andrés Aliaga. Únicamente los adultos son actores y actrices reconocidos en la pantalla grande como Antonia Zegers (en el papel de Elena), Alejandro Goic (Carlos), Eyal Meyer (Jaime), Michael Silva (Raul), Gabriel Cañas (Cristóbal) y  Mercedes Mújica (Carmen).

Dominga Sotomayor estuvo presente luego de la proyección de la película en una tanda de preguntas y respuestas. La directora explicó que durante veinte años vivió en una comunidad similar y también compartió algunas metáforas utilizadas dentro del film como el significado de la figura del perro. Con él Dominga invita al espectador a reflexionar sobre la ilusión de propiedad y a aprender a perder.

Ante la pregunta final: ¿cuál es el siguiente proyecto?, Sotomayor no lo dejó en claro, aunque sí indicó que en poco tiempo abrirá una nueva sala de cine en Santiago de Chile con lo que la sala se llenó de vítores.

*Concep Díaz Pérez (Catalunya/España) Crítica de cine. Conduce el programa 4 Reviews y 1 Funeral en el Reino Unido pero con referencias al cine de España. Escribe para La Tundra edición impresa.